El Burdi W, el primer vino francés a base de cannabis, garantiza un doble efecto relajante. Se lanzó el 2 de febrero al mercado con una oferta de 500 botellas inicialmente.
El famoso enólogo, Michel Rolland, participó en la degustación y validó la bebida como ‘una alta experiencia’, destacando que legalmente, no se puede hablar de vino, sino de una bebida a base de vino, ya que este se transforma al agregarle el CBD, componente del cannabis autorizado en Francia.
Elaborado con 100% petit verdot (variedad de uva que suele encontrarse en menos del 10% de las composiciones de ciertos Grands Crus Classés du Médoc) como un vino clásico; dentro de este proceso estuvo involucrada La Ferme Medicale, un campo de cáñamo orgánico en Gironde.
Un vino sin efectos secundarios
Requirió de una dosificación cuidadosa para encontrar el equilibrio adecuado. Se necesitaron más de tres meses para desarrollar el ‘Bursi W’. De acuerdo con el líder del proyecto, Raphaël de Pablo, aunque fue complicado porque el cannabis tiene un alto contenido de terpenos, la mezcla de cannabidios y vino aporta un interés real en cuanto a sabor y placer.
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